martes, 8 de abril de 2008

El Holandes errante


La leyenda del holandés errante , es una leyenda que data de hace ya 500 años y que en todas sus versiones nos narra la historia de un barco o un capitán (en esto ultimo no están muy de acuerdo), que es castigado a no parar de navegar.


La versión más conocida de la historia del Holandés Errante habla de un tal capitán Vanderdecken, cuya nave fue atrapada en una terrible tormenta cuando doblaba el cabo de Buena Esperanza. Los pasajeros, aterrorizados, rogaron a Vanderdecken que se refugiara en un puerto seguro o que, por lo menos, arriara velas a intentara capear el temporal, pero el enloquecido capitán se rió de sus súplicas y, atándose al timón, comenzó a cantar canciones sacrílegas.La tripulación también se alarmó por la conducta de su capitán e intentó hacerse con el control de la nave, pero el intento de motín fue sofocado cuando Vanderdecken arrojó a su líder por la borda, mientras los aterrorizados pasajeros y la tripulación se encomendaban a Dios. En respuesta a sus plegarias las nubes se abrieron y una luz incandescente iluminó el castillo de proa, revelando una figura gloriosa que según algunos, era el Espíritu Santo, mientras otros dijeron que era Dios.

El explorador portugués Bartolomeu Dias en el viaje en el que descubrió el Cabo de Buena Esperanza, en 1487

La figura se enfrentó con Vanderdecken y le dijo que, ya que disfrutaba con los sufrimientos ajenos, de ahora en adelante sería condenado a recorrer el océano eternamente, siempre en medio de una tempestad, y provocaría la muerte de todos aquellos que le vieran. Su único alimento sería hierro al rojo vivo, su única bebida la hiel, y su única compañía el grumete, a quien le crecerían cuernos en la cabeza y tendría las fauces de un tigre y la piel de una lija (lo cual parece muy injusto para el pobre grumete quien, hasta aquí, no había tenido ningún papel independiente en la historia y, presumiblemente, sentía tanto temor ante Vanderdecken como el resto de la tripulación). Sin embargo, con estas palabras la visión desapareció, y con ella todos los pasajeros y tripulantes. Vanderdecken y el grumete quedaron abandonados a su destino.
Ésta es la versión clásica de la historia del Holandés Errante. Puede ser que se base en hechos, pero no hay acuerdo acerca de cuáles pudieron ser esos hechos. Una versión afirma que la historia deriva de la saga escandinava de Stote, un vikingo que robó un anillo a los dioses y cuyo esqueleto, cubierto con un manto de fuego, fue hallado después sentado en el palo mayor de una nave negra y fantasmal.


Otros creen que la historia es más reciente y sugieren que se originó en las aventuras de Bartolomeu Dias (c. 1450-1500), navegante portugués que descubrió el cabo de Buena Esperanza en 1488 y cuyas proezas marítimas llegaron a parecer sobrehumanas, según la biografía que escribió sobre él Luis de Camoes.
pues eso el holandés errante
Dícese de todo holandés que viaja a otro país con el animo de emborracharse pasar un buen finde o intentar ligar con una española . O la tres juntas

2 comentarios:

Vicky dijo...

castigado a navegar eternamente... qué horror, aunque así es la vida: una navegación constante, aunque también podemos divertirnos mientras sorteamos las olas (también llamadas 'ostias') que el recorrido vital nos brinda

admiradora

Unknown dijo...

OK, OK... capisco.

Pero, entonces... ¿y si es una española la que se pira a Holanda? ¿¿Es la española herrante?? ¿La herradura de la española? ¿La española de hierro? ¿El camino de la española? ¿La española "perdía"? ¿¿??

Debo irme a Holanda para solucionar este enigma. O... no. Jesús, Jesús...

Besicos ;)

Marga